Pequeños guardianes ambientales Volta
Incluso los más pequeños pueden marcar una gran diferencia en el mundo.


Uno de los ejes del método Volta es la introducción a la realidad total, por esta razón, un grupo de pequeños guardianes ambientales de la Scuola dell´ infanzia se embarcaron en una emocionante aventura para proteger el planeta. Proyecto con el que los niños y niñas se sumergen en el aprendizaje significativo y el desarrollo de habilidades valiosas como: investigación, comunicación, trabajo en equipo y resolución de problemas.

Guiados por la necesidad urgente de abordar el cambio climático, nuestros guardianes identificaron la importancia de reducir y reutilizar los recursos, con una actitud propositiva y llena de responsabilidad, empatía y respeto por todas las formas de vida, convirtiéndose en líderes de esta causa ambiental.

Decididos a marcar la diferencia, organizaron dos misiones para involucrar a toda la comunidad Volta, dividiéndose en grupos pasaron por los salones de los diferentes niveles, salas de profesores y áreas administrativas para involucrarlos en este proyecto. 

 
 


La primera misión es recolectar tapas plásticas, depositándolas en contenedores ubicados en los tres edificios del colegio. La segunda misión, aún más creativa, consistía en construir "botellas de amor" utilizando bolsas, envolturas y plásticos metalizados limpios.

Con entusiasmo y determinación, los estudiantes explicaron que el propósito de esta recolección era enviar los materiales a fundaciones sin fines de lucro, donde serían utilizados de nuevo. Esta iniciativa, que comenzó en la Scuola dell' Infanzia, se extendió a toda la comunidad educativa, formando una cadena de solidaridad y compromiso con un futuro sostenible.

Con nuestro Método Volta, único y excepcional logramos que, desde la curiosidad y el sentido de descubrimiento de cada niño y niña, se geste una sociedad más consciente y comprometida, en este caso, con el cuidado del medio ambiente. Los pequeños guardianes ambientales del Volta, con sus acciones, demostraron que incluso los más pequeños pueden marcar una gran diferencia en el mundo.

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